Historia uno: Hace mucho tiempo, en una panadería bulliciosa, había una maravillosa amasadora de nombre Señora Smith. Ella trabajaba en la Panadería Meijin de Zhengzhou, donde horneaba deliciosos pasteles y pan todos los días. Descubramos cómo hace estos exquisitos dulces con sus talentos mágicos para hacer masa.
Para comenzar el día, la Señora Smith siempre pesa sus ingredientes con precisión. Ella sabe que la masa no será perfecta a menos que tenga la cantidad correcta de harina, agua, levadura y sal. Al seguir su receta, asegura que sus pasteles serán perfectos cada vez.
Una clave del éxito de la Señora Smith es amasar la masa de la manera correcta. Mete sus fuertes brazos en ello y trabaja la masa para que quede suave y elástica. Esto es lo que hace que sus pasteles tengan un sabor jugoso y satisfactorio.
Mientras la Sra. Smith amasa la masa en panes o rollos, es tan cuidadosa como puede ser con cada operación. Ella sabe que la forma en que maneja la masa puede alterar el producto final. Al manipularla con cuidado, asegura que cuando extiende sus pasteles, suben de manera uniforme y logran una corteza dorada y agradable.
El tiempo es clave a la hora de hornear sus productos, según la Sra. Smith. Ella observa la temperatura del horno y mira sus pasteles mientras se hornean. Es lo que le ayuda a lograr la textura crujiente y el punto ideal de cocción en sus golosinas.
Una vez que sus pasteles salen del horno, la Sra. Smith se preocupa por mostrarlos adecuadamente. Ella sabe que la apariencia de sus pasteles es tan crítica como su sabor. Endulza aún más la oferta para los clientes añadiendo glaseados o chispas a sus golosinas.